Dependiendo de su desempeño, actitud y conocimientos, nos damos cuenta que no todas las personas aportan lo mismo a una empresa u organización. Hay bastantes diferencias entre unas personas y otras, por lo que tratar de categorizar los tipos de colaboradores en una empresa no sea una tarea tan fácil.
Para una empresa es importante evaluar qué personas tienen en su equipo, y cuál sería el mejor plan de desarrollo para cada una de ellas. Dependiendo esto puedes categorizar a los empleados como:
High Potentials
Empleados que tienen un alto potencial dentro de la empresa. Son personas con gran actitud, motivación, ganas de aprender, evolucionas y capacidad para seguir creciendo en la empresa. Una vez identificados, pueden formar parte de programas específicios para garantizar su retención, ya que son personas que tomarán el timón de la empresa en pocos años.
Good Performers
Empleados que por su actitud y habilidades ofrecen buenos resultados. Se deben seguir motivando para que aspiren a seguir creciendo en la empresa.
Medium Performers
Empleados que por sus habilidades no destacan especialmente, su desempeño actual puede ser medio o alto, pero se deben pulir determinados aspectos para que logren un mayor desempeño y mejor integración. Son perfiles a potenciar.
Poor Performer
Empleados con desempeño medio-bajo en los objetivos que se les pide y que por sus habilidades no están preparados para asumir los retos de la empresa. Se debe evaluar si se les mueve a una posición menos estratégica o si se prescinde de ellos si no llegan al estándar exigido.
Empleados Tóxicos
Empleados con desempeño muy bajo con el que muy difícilmente podrán cumplir los objetivos que la empresa pretende. Además muestran actitud negativa y reactiva hacia el trabajo creando un ambiente tóxico a su alrededor. Podría pasar que su desempeño fuera alto, pero su actitud es tóxica. La actitud no es negociable. Trabajar en equipo, atender al cliente y relacionarse con los demás implica siempre una actitud impecable.