El mundo está cada vez más instrumentado e interconectado, lo que da lugar a nuevas oportunidades para que las empresas puedan utilizar la tecnología para profundizar sus relaciones y mejorar sus procesos. La pandemia global por COVID-19 ha estresado a industrias y empresas, obligándolas a modificar sus modelos de negocios, elevando la importancia de los datos digitales, su gestión y administración, además de la infraestructura tecnológica que los soporta, a un nuevo nivel de relevancia.
Así es como las compañías se han visto en la necesidad de acelerar sus procesos de Transformación Digital. Según un estudio realizado por IDC, cada minutos se conectan más de 500 millones de dispositivos en el mundo. En lo que respecta a los datos, este año habrá más de 30 zettabytes de información disponible un zettabyte equivale a 1,000,000,000 de terabytes, y 25 billones de dispositivos conectados.
Sin embargo, tan sólo para años más se proyecta que en el planeta existirán 75 billones de dispositivos conectados, y que la cantidad de datos disponibles será de 80 zettabytes, más de cuatro veces lo existente hoy. En este escenario, hoy se plantea que los datos son el nuevo petróleo del Siglo XXI, aunque esta comparación se puede quedar corta. Cuando logramos refinar nuestros datos, utilizarlos para alcanzar un resultado, este dato resultante es de mucha mejor calidad y puede ser usado para generar un nuevo trabajo, más eficiente y con nuevos alcances, así que se transforman en una fuente inagotable de innovación. De esta forma, los datos se convierten en el “Nuevo Sol”.
Es por eso que esta era es llamada la Nueva Era de Inteligencia, yq que se refiere a la manera cada vez más inteligente de hacer negocios, como resultado de la convergencia de tecnologías disruptivas como la Nube (Cloud Computing), el Big Data y la Analítica, la Movilidad y las revolucionarias Tecnologías Sociales.
Para obtener el mayor rendimiento de estos activos digitales, es necesario implementar una efectiva estrategia de datos, que tenga como objetivo desarrollar mejoras en los negocios. Se debe personalizar la experiencia de los clientes, acelerar los tiempos de respuesta en los servicios, mejorar las estrategias de compra de los consumidores y aumentar la productividad.
De esta forma, los datos se han transformado en la energía que puede impulsar la innovación empresarial, determinando el futuro, y también el éxito de las empresas.