Es muy importante promover los beneficios de una alimentación a base de frutas y verduras, así como el respeto a los animales. Te compartimos algunos procesos y tips para mantener por más tiempo nuestras frutas y verduras, que suelen ser difíciles de preservar.
Encurtidos. Este proceso también consiste en la fermentación, pero en una solución formada con vinagre, azúcar, sal y especias secas, por ejemplo, hojas de laurel, clavos de olor, semillas de mostaza o granos de pimienta. En esta mezcla se pueden sumergir: pepinillos, chiles, cebollas, espárragos, berenjenas, col, ajos, zanahorias o calabacitas, por mencionar solo algunos vegetales. También frutos cítricos y hasta la sandía se pueden encurtir con éxito. Los frascos con encurtidos se mantienen por varias semanas en el refrigerador y son un acompañamiento excelente para una variedad de comidas.
Mermeladas. Son una dulce manera de conservar por semanas y hasta meses frutas que no se mantienen frescas mucho tiempo. Una buena mermelada casera se prepara con fruta, azúcar, ácido cítrico y pectina, que se someten a altas temperaturas hasta lograr la consistencia que bien conocemos. Fresas, arándanos, ciruelas, duraznos, frambuesas, membrillos y naranjas son algunas de las frutas que pueden preparase en mermelada. Antes de guardarse en la despensa, los frascos de mermelada se calientan a baño maría para que queden bien sellados. Una vez abiertos, deben mantenerse en refrigeración.
Congelados. Frutas y verduras pueden durar hasta un año en el congelador, solo hay que saber cómo resguardarlas. En el caso de las verduras, para que no pierdan sus propiedades ni se activen enzimas que podrían modificar su olor, sabor y color, hay que escalfarlas: partirlas en trozos pequeños, sumergirlas en agua caliente de uno a tres minutos e inmediatamente después en agua fría para interrumpir la cocción, se secan muy bien y se ponen en bolsas selladas individuales, así se pueden ir sacando por porciones. Las frutas después de lavarlas y secarlas muy bien se deben poner en bolsas individuales para sacar solamente las porciones que vayamos a comer. No es recomendable congelar verduras que contienen mucha agua, como lechugas, pepinos o jitomates porque se modifica su textura.
Así que ya sabes, manten una dienta balanceada, haz ejercicio, y utiliza estos tips para preservar tus alimentos.
