La música puede llegar a ejercer una fuerza muy poderosa en los seres vivos y en particular en las personas. Canciones con ritmos intensos ayudan a aumentar la resistencia física y es por eso que atletas o deportistas la utilizan como elemento motivador extra a la hora de realizar su entrenamiento diario o antes de una competición.
La música influye en nuestros estados de ánimo, ejerciendo un efecto energizante y motivador ya que nos ayuda a activar o estimular nuestro sistema nervioso, nos puede ayudar a preparar el cuerpo y mente para nuevos retos, ayuda a coordinar mejor las actividades de distintas partes del cuerpo, o nos ayuda a concentrarnos en el trabajo y evita que nos distraigamos.
Para la cuestión del trabajo, escoger la mejor música es un tema complejo ya que depende de gustos personales, existen algunos estilos musicales que a la mayoría de los colaboradores les ayudan a concentrarse mejor en el trabajo y a hacer más llevaderas las tareas repetitivas.
Una buena opción es la música electrónica ya que muchas veces no tiene letras, haciendo que te pueda ayudar a enfocarte en un trabajo que requiera concentración o para estudiar.
Otra opción sería la música instrumental que fusiona música clásica con un estilo actual que puede ayudarte a renovar las pilas en esos días pesados.
Y por supuesto música variada como rock, blues, bossanova o música clásica que tienen la capacidad de mantenernos con buen ánimo durante nuestro tiempo en la oficina.
No olvides siempre consultar con tus colaboradores sobre sus gustos musicales, en caso de que vayan a poner música ambiental, y la música fiestera dejarla para esos días en los que el trabajo sea más relajado.
