Para poder crecer y triunfar tanto en la vida como en el trabajo necesitamos apoyarnos en principios éticos y valores que nos eleven.
Todo triunfo debe estar sostenidos por los valores de integridad, humildad, responsabilidad incondicional, compromiso y empatía. Aunque no son los únicos, tal vez son los principales ya que abarcan la esfera de las relaciones conductuales de la sociedad.
Una persona íntegra logra que lo que dice, aquello que hace, sus sentimientos y pensamientos estén completamente alineados, no hay grietas ni rupturas: es un todo uniforme. La persona íntegra no claudica sus valores en pro de beneficios inmediatos, no negocia con su integridad, no se deja sobornar.
La responsabilidad incondicional es la capacidad de poder ser proactivos, anticipándonos creativamente a los acontecimientos reduciendo los riesgos de forma inteligente. Implica pensar antes de actuar.
Las personas con altos niveles de empatía suelen ser más exitosas y son requeridas para puestos más altos.
Las empresas son redes de conversaciones, comunidades lingüísticas que interaccionan para coordinar acciones y lograr propósitos. Esa coordinación de acciones depende de los compromisos asumidos y de la honra de esos compromisos cumpliendo nuestra palabra. Las personas integras, responsables y empáticas tienen palabra, cumplen con sus promesas porque saben que de no hacerlo su confiabilidad se resiente.
La confianza es el pegamento que nos une en relaciones de largo plazo. Solo podemos elevarnos y triunfar cuando nuestra conducta se apoya en una ética sólida y en valores elevados.
Lo más difícil es pasar de la teoría a la práctica, del entusiasmo al esfuerzo continuo, pero sobre todo, reconocer que en todo lugar y en medio de nuestras actividades cotidianas, existe la oportunidad de vivir los valores de manera natural.
Las buenas costumbres y atenciones a todos nos agradan y basta que una persona viva los valores para comenzar a contagiar a los demás y dar ejemplo, esa es la clave de la buena convivencia y de las relaciones perdurables.